Procesos de Reproducción Asistida

Consiste en auxiliar, transmutar o sustituir procesos consignados a ocurrir espontáneamente en el aparato genital femenino por medio de una maniobra ginecológica. No genera modificación alguna en el patrimonio genético del embrión humano.


El recurso a la fecundación artificial tiene la función de otorgar una de las materias primas más significativos para la ingeniería genética, es decir, los gametos, y especialmente, cuando se ejecuta la técnica de fecundación in vitro, los embriones sobrantes.
A continuación, se dará a saber las otras técnicas de reproducción asistida.
• Inseminación Artificial
La Inseminación Artificial (IA), es una técnica de reproducción asistida que radica en el depósito en el interior del tracto reproductor femenino de los espermatozoides, para reducir la distancia que deben transitar éstos hasta llegar al ovocito.
En un principio la Inseminación Artificial se utilizó en condiciones de alteración anatómica del aparato reproductor masculino o en casos de disfunción eréctil, en los que el varón no era capaz de eyacular interiormente en la vagina de la esposa. Posteriormente la Inseminación Artificial se usó también en casos de infertilidad masculina, ya que al agrupar los espermatozoides se consigue que un mayor número de ellos alcance la periferia del ovocito.
De forma natural, la eyaculación inyecta una gran cantidad de espermatozoides en la zona de ingreso del útero, llamada cérvix o cuello uterino. Las glándulas del cérvix causan un moco que a diferencia del pH ácido de la vagina, es de pH alcalino como el líquido seminal. Los espermatozoides penetran cruzando este moco cervical y se almacenan en las criptas que forman las glándulas del cérvix. Muchísimos espermatozoides, no penetran en el moco y se disipan en la vagina.
El líquido del semen o plasma seminal, tiene unas substancias (prostaglandinas) que al actuar sobre el cérvix hacen que el útero se astrinja y aspire los espermatozoides acumulados en el moco cervical hacia la parte alta del útero. El plasma seminal jamás entra dentro de la cavidad uterina. Se queda en la vagina, por lo que es normal que las mujeres observen que cae algo de líquido después de haber habido relaciones. En una Inseminación Artificial, el plasma seminal es apartado de los espermatozoides y es eliminado, ya que si se metiera dentro del útero, produciría fuertes contracciones, e incluso podrían aparecer infecciones o reacciones anafilácticas.
Además de por las contracciones uterinas producidas por las prostaglandinas del plasma seminal, los espermatozoides ascienden hacia las Trompas de Falopio por las contracciones peristálticas de las trompas, inducidas por las hormonas que liberan los folículos. Normalmente hay un solo folículo dominante que producirá más cantidad de hormonas y que hará que la trompa de su lado se contraiga más que la del otro, aspirando hacia sí la mayoría de los espermatozoides.
Cuando los espermatozoides llegan a la zona donde se halla el óvulo, han sufrido una serie de transformaciones, en su ascenso desde el cérvix, conocidas como adiestramiento espermática. Sabemos que los espermatozoides que se hallan en el semen son incapaces de fecundar y solo logran hacerlo después de haberse producido este proceso de capacitación.
Una vez llegan hasta el óvulo y gracias al batido de su cola, los espermatozoides traspasan las células que rodean al ovocito (llamadas cúmulus ooforus) y merced a unos receptores determinados en la Zona Pellúcida (capa que envuelve al ovocito) se unen a ésta y al hacerlo se causa una modificación en la cabeza del espermatozoide (llamada Reacción Acrosómica) que hace que se liberen substancias que cambian la Zona Pellúcida y permiten la fecundación.
Parece, sin embargo, que para que la fecundación se cause deben adherirse a la Zona Pellúcida un suficiente monto de espermatozoides. Si llegan pocos, será muy dificultoso que se consiga fecundar. Esto nos explica por qué varones con poca cuantía de espermatozoides móviles, tendrán grandes problemas para conseguir embarazo de forma natural, ya que, como se ha comentado, parte de estos pocos espermatozoides móviles se perderán en la vagina y del resto, no todos treparán hasta el fondo del útero y algunos de los que sí lo hagan, irán hacia la trompa donde no se halla el óvulo y por fin, no todos los que alcancen el óvulo serán capaces de cruzar las células del Cúmulus Ooforus y unirse a la Zona Pellúcida. Si partimos de pocos espermatozoides, muy pocos lograrán el óvulo.
En esto casos, la Inseminación Artificial es un método muy sencillo y de gran ayuda ya que lo que permite es colocar una gran cantidad de espermatozoides móviles en el fondo del útero, para que puedan llegar suficientes hasta el ovocito. Explicándolo de forma muy esquemática lo que se hace es concentrarlos y colocarlos en el fondo del útero el día que la mujer está ovulando. Aunque seguimos partiendo de escasos espermatozoides, al concentrarlos y dejarlos mucho más cerca del óvulo, no derrochamos los millones de espermatozoides que quedan por el camino de forma natural.
En realidad, el semen no puramente se concentra, sino que dos horas antes de hacer la Inseminación Artificial se le ejecuta un procedimiento de capacitación artificial, que imita el proceso de capacitación natural y que elementalmente, además de la concentración, consiste en la eliminación del líquido del semen y la substitución de éste por un medio de cultivo determinado que trata de aumentar la movilidad espermática así como de optimar la capacidad fecundante de los espermatozoides. Se realiza además una elección de los mejores espermatozoides, de manera que solo éstos son usados para la inseminación artificial.
TIPOS DE INSEMINACIÓN:

Dependiendo de la origen del semen, y del lugar del tracto femenino donde se depositen los espermatozoides, existen diferentes tipos de Inseminación:
1. I.A. Conyugal (I.A.C.), cuando el semen proviene del marido.
I.A. Donante (I.A.D.), cuando el semen proviene de un donante anónimo.
2. Según la origen del semen:
3. Según el lugar donde se sitúen los espermatozoides:
I.A. Paracervical, cuando se deponen en el canal cervical
I.A. Intrauterina, cuando se deponen en el interior del útero.
Habitualmente se lleva a cabo siempre la Inseminación Artificial Intrauterina con el semen anticipadamente capacitado, ya que es la que mejores resultados proporciona.
CUANDO SE HACE UNA INSEMINACION

Anteriormente de indicar una inseminación intrauterina, debemos certificar de que los espermatozoides y los óvulos van a tener el camino libre para reunirse, es decir, que las trompas deben estar permeables (no obstruidas); así mismo, las características de la muestra de semen, deben sobresalir unos mínimos. Si partimos de un semen muy bajo de cuantía o calidad, seguirán sin llegar bastantes espermatozoides para fecundar, aunque hagamos la Inseminación Artificial. En estos casos será mejor elegir por técnicas de Fecundación In-Vitro (FIV ó ICSI).
La inseminación intrauterina está propuesta en las siguientes situaciones:
Incapacidad de depositar adecuadamente el semen en la vagina, como en los casos de hipospadias, eyaculación retrógrada, impotencia de origen neurológico, temas de disfunciones sexuales como vaginismo, eyaculación precoz o disfunción eréctil.
Variaciones en los parámetros seminales: Oligozoospermia (arqueo total de espermatozoides inferior a 40 millones), Astenozoospermia (menos de la mitad de los espermatozoides con movilidad o menos del 25% con buena progresión rectilínea), Teratozoospermia (participación de espermatozoides con alteraciones morfológicas, por encima del 85%). El éxito de la técnica es claramente proporcional a la calidad del semen, siendo bueno el pronóstico cuando después de habilitar la muestra de semen podemos recuperar al menos 3 millones de espermatozoides normales y con buena progresión rectilínea.
Disfunción ovulatoria: en muchas situaciones se obtiene mejor tasa de embarazo si además de corregir la disfunción ovulatoria con tratamiento para progreso folicular múltiple, se asocia Inseminación Artificial.
Factor cervical: Variaciones en la funcionalidad del cérvix, así como en las características del moco cervical, pueden ejercer un muro para el paso de los espermatozoides. Con la I.A. Intrauterina, se salva el obstáculo y se logra que un mayor número de espermatozoides alcancen a la cavidad uterina.
Endometriosis leve, cuando aún está incólume la anatomía pélvica.
Factor inmunológico: presencia de anticuerpos anti-espermatozoides en el moco cervical o en el plasma seminal que entorpecen la fecundación. Si la tasa de anticuerpos es muy elevada, se sugiere optar por técnicas de fecundación in-vitro (FIV – ICSI).
Esterilidad de causa desconocida, donde supuestamente todo está normal pero no se origina el embarazo de forma natural. Mediante la ejecución de Inseminación Artificial intrauterina se consigue gestación en muchos casos.
Inseminación con semen a través de donante. En los casos en los que es imposible lograr espermatozoides del paciente con capacidad fecundante.
CUANDO NO HACERSE UNA INSEMINACION

No se debe hacer Inseminación Artificial en las subsiguientes circunstancias:
Recuento muy bajo de espermatozoides con excelente progresión (inferior a 3.000.000) luego de haber capacitado la muestra de semen. En estos casos se sugiere recurrir a otras técnicas de reproducción asistida (FIV, ICSI.).
Réplica ovárica exagerada a la estimulación de la ovulación, por el riesgo de embarazo múltiple si se ejecutara Inseminación Artificial.
Pacientes de mayor edad, con un superior tiempo de esterilidad, donde es mejor apelar a otras técnicas con mayor tasa de gestación.
Pacientes con disfunción ovárica que crean muchos ovocitos de baja calidad (la FIV. permite, entre otras cosas, elegir los pocos ovocitos de buena calidad).
Tasa muy elevada de anticuerpos anti-espermatozoides que no reduce lo suficiente tras realizar lavados específicos del semen.
EN QUÉ MOMENTO DEBE REALIZAR UNA LA INSEMINACION ARTIFICIAL

El éxito de Inseminación Artificial depende de la exactitud con que se decida el momento justo en el que se van a depositar los espermatozoides capacitados en el fondo de la cavidad uterina.
Si los espermatozoides alcanzan el lugar donde se encuentra el óvulo demasiado pronto, cuando éste alcance, los espermatozoides ya no tendrán capacidad de fecundar. De la misma manera, si los espermatozoides logran el óvulo mucho después de que se produzca la ovulación, tampoco se podrá causar la fecundación por los cambios que ya se habrán producido en el gameto femenino.
Por todo ello, para la ejecución de la Inseminación Artificial, hay que controlar previamente el desarrollo de los folículos y calcular fielmente el momento de la ovulación. Esta monitorización del progreso folicular se lleva a cabo mediante ecografía transvaginal y determinaciones en sangre de estradiol. Generalmente se ejecuta una primera ecografía ocho o nueve días posteriormente de que se iniciara la menstruación, para medir el tamaño de los folículos (quistes en los ovarios llenos de líquido que contienen los ovocitos y que van progresando desde la regla hasta la ovulación) y contar cuántos se han desarrollado.
De forma fisiológica, en las mujeres con función ovárica normal, se desarrolla totalmente un solo folículo de los 8 o 10 que empiezan a progresar, cada mes. Cuando se inicia un ciclo de Inseminación Artificial, se induce el crecimiento de más folículos, sencillamente administrando un tratamiento que hace que alcancen más hormonas a los ovarios de manera que más de uno pueda desarrollarse totalmente. En mujeres con ovulación normal, se podría hacer Inseminación Artificial sin éste tratamiento hormonal, pero la estimulación ovárica mejora sinceramente las posibilidades de gestación ya que permite controlar mejor el ciclo, hace que el endometrio (mucosa que tapiza la cavidad del útero) sea más aceptable y al haber más óvulos, hay más posibilidades de que alguno de ellos sea fecundado por algún espermatozoide.
Lógicamente, al haber varios óvulos se incrementa la tasa de embarazo pero también la frecuencia de embarazos múltiples (gemelos, trillizos, etc.). Para evitar este problema, el especialista ejecutará controles ecográficos, como hemos explicado, para ver el tamaño de los folículos y concer cuántos van adelante, cancelando el ciclo en los casos, infrecuentes, en los que la respuesta ovárica es excesiva ya que entonces sí que el riesgo de dificultades o de embarazo múltiple, puede ser elevado. Ocurre, sin embargo, que ni todos los folículos que se desenvuelven son igual de maduros ni todos ovulan a la vez. Para valorar su grado de madurez se llevan a cabo, además de las ecografías, determinaciones de Estradiol en sangre, una de las hormonas producidas en los folículos. Con las medidas de la ecografía y los valores del estradiol en sangre y realizando estas pruebas de forma seriada (generalmente a los 8, 10 y 12 días después de la menstruación) es posible calcular exactamente el instante de la ovulación y con dos días de antelación. Justo en ese momento, se llevará a cabo la Inseminación Artificial.
El tratamiento que se administra, el número de ecografías y analíticas de sangre, el día en que se realizan etc. es especificado para cada paciente y para cada ciclo de tratamiento en concreto, dependiendo de los datos de su historia clínica personal así como de la respuesta ovárica a la estimulación que se haya visto en ciclos anteriores. Habitualmente son suficientes dos ecografías y una o dos determinaciones de estradiol, pero en cada caso se debe individualizar el tratamiento y el control de la ovulación.



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