La Ley Nacional de Fertilización Asistida, aprobada el pasado 5 de junio, avala el acceso integral a los procedimientos y técnicas de fertilización asistida, quedando comprendidos los tratamientos de baja y alta complejidad, que incluyan o no la donación de gametos y/o embriones.
Estas técnicas tiene el objetivo de asistir a la concepción del embarazo a parejas donde ambos, o uno de los dos, muestren infertilidad.
Estas técnicas tiene el objetivo de asistir a la concepción del embarazo a parejas donde ambos, o uno de los dos, muestren infertilidad.
¿Cómo proceder?
Cualquier pareja que quiera acceder a este tipo de tratamientos deberá consultar a un médico especialista (son varios los centros públicos y privados enmarcados en la Ley, los cuales serán publicados por el Ministerio de Salud de la Nación cuando la ley entre en vigencia). El profesional pedira primero los estudios básicos que son:
1) Un perfil hormonal en el caso de la mujer. Es un análisis de laboratorio que sirve para establecer los valores hormonales de la FSH (Hormona Foliculo Estimulante), LH (Hormona Luteinizante), estradiol, prolactina y progesterona, con el objetivo de determinar la presencia o no de alteraciones menstruales, entre otras cosas.
2) Una ecografía transvaginal, también en el caso de la mujer. Es una ecografía que se basa en observar el estado del aparato reproductor femenino.
3) Un espermograma en el caso del hombre. Es un análisis de laboratorio que consiente en observar la forma, cantidad y movilidad de los espermatozoides. Se necesita para ello una muestra de semen lograda por masturbación con no más de una hora de tiempo. Es recomendable tener 72 hs anteriores de abstinencia sexual en el momento de tomar la muestra para haberle dado tiempo suficiente a los espermatozoides a que maduren.
¿Qué puede hallar que llame la atención?
En el caso del perfil hormonal en la mujer, valores muy bajos o altos de la hormona FSH, en momentos precisos del ciclo menstrual, podrían llamar la atención. Pueden significar que los folículos (estructuras presentes en los ovarios en cuyo interior se encuentran los óvulos) no están madurando o que el ovario es “perezoso”, o sea, que demanda de mucha cantidad de FSH para que maduren adecuadamente los folículos. En el caso del espermograma, poca cantidad de espermatozoides, baja calidad de los mismos, o una muy baja o nula proporción de espermatozoides móviles podría además llamar la atención.
Es muy significativo entender de todas maneras, que la infertilidad no tiene porqué ser algo permanente e incurable. Bien puede ser ocasional y pasajero, o tener que ver con la correlación entre la pareja y no con algo especifico de cada individuo.
Una vez que estén los resultados de estos estudios, se vuelve a ver al médico para determinar el tratamiento a seguir.
Técnicas de baja complejidad
Se deduce por técnicas de baja complejidad a aquellas que estimulan la unión del óvulo y del espermatozoide en las trompas de Falopio. Para ello los tratamientos básicamente son dos:
1) Estimulación de la ovulación y coito programado: es tal vez la técnica más simple. Se incita el crecimiento de uno o más folículos mediante medicación que actúa sobre el ovario. Se acompaña de un monitoreo constante a través de ecografías.
2) Luego, la pareja debe tener relaciones sexuales cerca de la fecha posible de ovulación (momento en que el o los óvulos son liberados a la trompa de Falopio, y que generalmente suele estar entre el día 10 y 15 del ciclo menstrual). Esta técnica es usada generalmente en casos de trastornos de la ovulación.
3) Inseminación artificial: consiste en el depósito de espermatozoides de una forma no natural en el tracto reproductivo de la mujer, en una fecha contigua a la ovulación, con el propósito de aumentar las probabilidades de lograr el embarazo. Para poder efectuarla es necesario que la mujer presente al menos una de las dos trompas de Falopio permeables (es decir, que permitan el encuentro entre óvulos y espermatozoides) y que exista una cantidad considerable de espermatozoides móviles, pues al ser colocados en el útero deberán ser capaces de “nadar” hacia las trompas.
La Inseminación artificial consigna varias etapas:
• Primero se incita la maduración de los folículos dentro del ovario. Mediante ecografías se monitorea el estado y cantidad de los folículos.
• Cuando los folículos alcanzan un tamaño considerable (entre 19 y 23 mm), se coloca una inyección de HCG (Human Chorionic Gonadotropin), una hormona que produce la maduración final y la posterior ovulación.
• Aproximadamente, entre 24 y 26 horas después de la inyección se realiza el depósito de espermatozoides dentro del aparato reproductor de la mujer por medio de un dispositivo sencillo como una cánula. Para ello el hombre debe hacer entrega de la muestra con las condiciones marcadas para el espermograma. Es importante aclarar por último que habitualmente la muestra se procesa para seleccionar los espermatozoides que se consideren más óptimos y de mejor calidad. Estos son los que van a ser trasladados, de manera de maximizar las probabilidades de embarazo. Puede también transferirse la muestra directamente sin procesamiento alguno, dependiendo de los valores lanzados en el espermograma.
Estos tratamientos pueden o no dar efecto, ya que lo único que hacen es facilitar el camino para la unión de las gametas. Una pareja puede hacer una tentativa o varias con estas técnicas y ante un resultado negativo, será el médico especialista quien aconseje o determine la necesidad de pasar a los tratamientos de alta complejidad, o bien extender con otro intento de baja complejidad.
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