Una pareja puede forjar un intento o varios con alguna técnica de baja complejidad y ante un resultado negativo será el médico especialista quien recomiende o determine la necesidad de pasar a los tratamientos de alta complejidad.
Básicamente, es aconsejable efectuar un tratamiento de alta complejidad cuando:
• La mujer está en edad avanzada, porque la calidad de los folículos se reducen con el paso del tiempo.
• Las trompas de Falopio se encuentran obstruidas o dañadas. En este caso, por más que los folículos sean de buena calidad y los espermatozoides tengan gran movilidad, el camino se encontrará atascado.
• La mujer presenta endometriosis, un problema en donde el tejido que cubre al endometrio (la mucosa que recubre al útero, que es donde se implantará el embrión para desarrollarse como feto) crece en otros sectores del útero, como en los ovarios por ejemplo.
• Se realizaron considerables tentativas de baja complejidad con resultados negativos.
Entonces, ¿de qué se trata el tratamiento de alta complejidad? La Fertilización In Vitro (FIV) es el método por excelencia de este tipo de técnicas. Consiste básicamente en unir las gametas (espermatozoide y óvulo) en el laboratorio, fuera del cuerpo de la mujer, y luego trasladar el o los embriones al útero para que desarrollen.
La Fertilización In Vitro tiene algunas etapas:
1) Supresión hormonal y incremento de folículos (estructuras que contienen a los óvulos): alrededor del día 21 del ciclo menstrual la mujer debe iniciar a aplicarse de manera subcutánea una hormona análoga de la GnRH (hormona que actúa sobre la hipófisis) con el objetivo final de detener el crecimiento normal de los folículos impidiendo así una maduración prematura. El medicamento generalmente usado aquí es el Luprón. Luego de unos días, se efectúa una ecografía para determinar el estado del endometrio y de los folículos. Si todo está correcto, el nuevo paso reside en hacer madurar a los folículos, y como ya sabemos, la hormona encargada de ello es la FSH. Entonces, la mujer debe empezar a aplicársela conjuntamente con la medicación anterior y también de manera subcutánea. El Gonal F es el medicamento usado, y es una versión sintética de la FSH. Este medicamento viene en grandes jeringas de diferentes medidas y la dosis a aplicar, como así también los días de aplicación, serán determinados por el médico en relación de la cantidad y tamaño de los folículos iniciales.
2) Madurez final y extracción de folículos: durante la aplicación del Gonal y del Luprón, la mujer deberá ir realizándose ecografías para monitorear la cantidad y el estado de los folículos. La cantidad de folículos maduros puede cambiar y dependerá de cada mujer. Una vez que los folículos hayan tocado la madurez (es decir, cuando posean un tamaño mayor a 18 mm), estarán preparados para ser fecundados. Para eso deben ser extraídos de los ovarios. Este proceso se llama punción y se efectúa en la clínica de manera ambulatoria. El médico mete dentro de los ovarios una pequeña cánula conectada a un dispositivo que succionará aspirando de a uno los folículos, que se trasladarán al laboratorio para obtener el óvulo que poseen. A partir de este día, la mujer ya no se pondrá más Gonal ni Luprón, pero sí deberá emplear progesterona vaginal, una hormona cuya función es preparar al útero para recibir al embrión.
3) Fecundación y control: con la muestra de espermatozoides del varón y los óvulos extraídos de la mujer, pueden realizarse dos técnicas para llevar a cabo la fecundación:
3.1. Pueden simplemente derramarse los espermatozoides en donde se encuentran los óvulos extraídos y esperar que suceda la fecundación de forma más “natural”, es decir, dejando que espermatozoide y óvulo se elijan.
3.2. Puede hacerse un ICSI (inyección intracitoplasmática de semen), que consiste en elegir al mejor espermatozoide e introducirlo con una aguja especial dentro de uno de los óvulos. Esta técnica se ejecuta para asegurar el ingreso del espermatozoide al óvulo y no dejar dicho proceso al azar, y se usa especialmente cuando la cantidad de folículos logrados es muy baja.
4) Cultivo y desarrollo: independientemente de la técnica usada para la fecundación, se esperará la formación de cigotos y se irá monitoreando cada uno de ellos para establecer su estado. Es esperable que luego de 24 hs, en cada cigoto se haya llevado a cabo la primera multiplicación que implicará en un embrión conformado ahora por dos células.
5) Transferencia: cerca de 36 hs después de la punción, la clínica ya sabrá el estado y cantidad de embriones presentes (no todos los embriones maduran correctamente). Se instituirá entonces un día para realizar la transferencia de los embriones al útero de la mujer. Este proceso se efectúa también en la clínica y con anestesia utilizando un dispositivo similar al de la punción, sólo que sin succión. En el instante previo a la transferencia la pareja y los biólogos de la clínica deberán resolver cuántos óvulos transferir, en el caso de que haya más de uno. Generalmente se suelen transferir solamente dos, para incrementar las chances de embarazo simple, pero con bajas posibilidades de embarazo mútliple. Bajo anestesia se liberan el o los embriones en el interior del útero, y cuando el médico lo determine, la mujer estará preparada para dejar la clínica.
6) Test de embarazo: el test de embarazo se llevara a cabo a los 14 días después de la transferencia. Por ese tiempo la mujer deberá dedicarse a tratar de ser lo más feliz posible y realizar acciones que le produzcan placer y alegría, evadiendo por completo aquellas que requieran de un desgaste físico.
La Fertilización In Vitro es un tratamiento en donde la mujer apuesta mucho de sí misma. Pensemos que todo el procedimiento, incluso la transferencia, puede durar alrededor de 20 días y que en cada uno de ellos la mujer debe inyectarse varias cantidades de diferentes tipos de hormonas que cambian su medio interno. Y todo está con el único fin de conseguir el embarazo, con lo cual las ansiedades, alegrías y angustias están cotidianamente a flor de piel.
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