Inseminación artificial: metodos de reproducción asistida

La Inseminación Artificial (IA) y la Fecundación In Vitro (FIV) son dos métodos de reproducción asistida. Como su nombre indica, la reproducción asistida es un asunto que permite la fertilización, es decir, la alianza de las células reproductoras masculinas y femeninas.

En el caso concreto de la Inseminación Artificial, es una técnica simple que consiste en depositar espermatozoides en la cavidad uterina por medio de  una simple cánula (catéter).
Cuando se utiliza la técnica de fertilización
La inseminación artificial está fundamentalmente indicada para los siguientes casos:
• Hombres: en caso de esterilidad masculina, primariamente cuando existen problemas en la calidad del esperma, obstrucciones que impidan su correcta salida o impotencia sexual.
• Mujeres: en caso de esterilidad femenina, especialmente aquellos problemas que impidan la correcta circulación de los espermatozoides en su camino hacia las trompas de Falopio, lugar donde normalmente se produciría la fertilización.
Por otra parte, la pareja tiene que cumplir un conjunto de requisitos mínimos para que la técnica tenga ciertas garantías de éxito:
• REM (Recuento de Espermatozoides móviles) superior a 5 millones/mililitro.
• Inexistencia de riesgo de enfermedades del tipo de la toxoplasmosis, VIH, Hepatitis B o C.
• La mujer tiene que poseer en perfecto estado, al menos, una de las trompas de Falopio.
Cómo se realiza una inseminación artificial
La inseminación artificial es un procedimiento muy sencillo que consta de 3 simples pasos:
1. En primer lugar debe estimularse la ovulación, pues será necesaria para que pueda lograrse un embarazo. Sin embargo, esta estimulación debe ser moderada para impedir embarazos múltiples.
2. Por otra parte, el hombre debe derivar a la recogida del semen, en el típico bote estéril, normalmente mediante masturbación. A continuación, la muestra debe transportarse a un laboratorio especializado en menos de una hora, intentando que no sufra grandes variaciones de temperatura. Una vez en el laboratorio, procederán a la separación de aquellos espermatozoides de mayor grado de calidad. Éstos serán los que utilicen para aumentar las probabilidades de éxito del proceso.
3. Con el esperma clasificado, se efectuara un depósito del semen en la cavidad uterina. El proceso es muy sencillo e indoloro, y se utiliza una simple cánula (catéter).
Un par de semanas posteriores, se puede comprobar si la técnica ha tenido éxito.
Los pros y contras de la inseminación artificial
Como todo método de reproducción asistida, tiene sus ventajas e inconvenientes.
Ventajas de la inseminación artificial:
• Es una técnica indolora, por tanto, no requiere de ningún tipo de anestesia.
• Además, el procedimiento es muy sencillo y, en cotejo con otras técnicas, muy poco invasivo.
• Su simplicidad tiene una implicación económica directa, es una técnica de bajo coste.
• El esperma se deposita directamente en el útero, por lo que no tendrá que traspasar el moco cervical y los espermatozoides podrán llegar con mayor facilidad hasta el óvulo.
Inconvenientes o desventajas de la inseminación artificial:
• Puede causar embarazos múltiples (entre el 12 y 30% de los casos), siendo más frecuente en mujeres jóvenes.
• También se aumenta el riesgo de sufrir un embarazo ectópico hasta un 4%.
• Aunque la probabilidad es baja, pueden sufrirse infecciones o desenvolver alergias a los componentes químicos con los que se trata el semen.
• En un 20% de los casos pueden causarse abortos naturales, normalmente en las primeras semanas del embarazo.
El éxito de la técnica, aunque esta sujeta a muchos factores, es notable. Si en un embarazo normal la probabilidad es del 20 o 30 porciento por cada ciclo ovulatorio, en el caso de la inseminación artificial es de un 14%, para mujeres por debajo de 35 años. Infaliblemente, a mayor edad menor probabilidad de éxito: 4% por ciclo para mayores de 35 años, y 0,5% por ciclo para mayores de 40 años.
Este modo suele utilizarse durante 4 ciclos ovulatorios. Si pasados estos 4 ciclos no se ha conseguido el embarazo, se aconseja probar otro tipo de técnicas más complejas, como la Fecundación In Vitro (FIV). Sin embargo, la tasa de éxito para esos 4 ciclos ovulatorios es alta, del orden del 45%.



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